viernes, 8 de mayo de 2015

MANIPULADORES COTIDIANOS: Agresivos encubiertos y no tanto

En el transcurrir de la vida cotidiana nos topamos a diario con individuos en las que predomina una modalidad de conducta basada en la Manipulación, ejercida especialmente sobre personas significativas de su entorno socio-cultural y laboral.

Suelen ser agresivos encubiertos y en su gran mayoría tienen Personalidades Psicopáticas.
Entendemos a la Psicopatía como un trastorno de la personalidad, una forma de Ser Anormal.
 No constituye una enfermedad clínica, no es una enfermedad mental.

Estas personas pueden llevar aparentemente una vida normal en todos los ámbitos, poseen características deseables y atractivas como la seducción, la simpatía, el liderazgo pero constituyen una amenaza para la salud física y emocional.

Su objetivo es mantener el control y dominar en forma encubierta.
El propósito que persiguen es tener el poder sobre los demás, generando culpa y no haciéndose responsable de sus acciones, para lo cual utilizan un sin-número de estrategias.

La auto-victimización suele ser una táctica frecuente con la que logran convencer, dando pena y logrando que su víctima se conmueva y se someta a su voluntad.

La mentira y la negación de los hechos es otra estrategia con la que hábilmente logran convencer o al menos otorgar el beneficio de la duda.
Utilizan un lenguaje vago o indirecto cuando se los confronta, aparentando inocencia, son muy hábiles en mentir por omisión.

Critican, desvalorizan y juzgan a los demás pero no aceptan críticas u objeciones a su accionar para lo cual invocan razones aparentemente lógicas.

No tienen en cuenta los derechos, necesidades y deseos de los demás, no aceptan demandas, cambiando radicalmente de tema en el transcurso de una conversación que le resulte inconveniente.
No escuchan, no hablan de "eso".

Se justifican falseando los hechos y culpabilizando a los otros.
Hacen actuar a los demás, induciendo a hacer cosas que nadie haría por voluntad propia.
De esta manera generan sentimientos de culpa, aprovechándose de la vulnerabilidad de su pareja sobre quienes ejercen maltrato psicológico.

El Maltrato Psicológico se manifiesta como un largo proceso en donde la víctima naturaliza la violencia sobre ella ejercida,  no  dándose  cuenta como el agresor vulnera sus derechos, como le falta el respeto, la humilla, perdiendo poco a poco la autoestima y la seguridad en sí misma.

Seducen imitando y fingiendo sentimientos, alaban y se muestran encantadores, aparentando ser atentos y bondadosos mientras hacen sentir inadecuadas o indignas a sus intimidadas parejas.

Aíslan a su víctima de su entorno familiar y social, intentando convencer que nadie podrá quererlas como él (o ella).
Devalúan a su pareja proyectando su propia hostilidad sobre ella, generando en no pocas ocasiones miedo, ansiedad, bloqueos y somatizaciones.

Aunque su discurso parece lógico, sus actitudes responden a lo opuesto.
Se caracterizan por una gran incongruencia en la conducta, sus palabras no concuerdan con sus actos, suelen realizar promesas que nunca cumplirán y manifestar sentimientos que en realidad no sienten.

Desde el principio de la relación muestran un exagerado sentido de posesión, generando malestar y desconcierto.
Estas personas tienen una habilidad muy desarrollada para ocultarse detrás de una máscara aparentando ser quienes no son ni serán, no les interesa ni desean aprender a ser diferentes.

Es muy importante no confundir un comportamiento manipulador ocasional o pasajero, de una Personalidad Manipuladora.

Debemos alejarnos en el momento de advertir los primeros indicios de maltrato de un manipulador.
Es muy fácil caer en la telaraña de ellos.

Adri Gorostordoy  ( Mayo de 2015)







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