domingo, 14 de septiembre de 2014

LA CONQUISTA: ARTE Y TRAVESÍA

Impregnada de misterio, la etapa de conquista en la pareja es un periodo donde la sorpresa, la ilusión y la fantasía,promueven la búsqueda y el descubrimiento de uno mismo, del otro y de uno mismo en el otro.
La auto-confianza desempeña un papel fundamental, así como las creencias e ideas preconcebidas sobre el amor, sombre el hombre y las mujeres y sobre la pareja.
Es un momento especial para poner alas a la imaginación y a la osadía y en la que el juego de la seducción se encuentra estimulado por la incertidumbre, el misterio y el desafío que comienza con la exploración de si mismo, en la mirada del otro.
Para emprender esta fascinante travesía hay que aprender a entrar a nuestro propio mundo y sentirse cómodo en ese lugar.
En muchos casos la motivación puede gestarse en el sentimiento de un estado de soledad, dolor o conflicto que podría llevar al fracaso de todos los intentos y estrategias por lograrla.
Teniendo en cuenta que conocer al otro es vislumbrar quien es y conocerlo, esto lleva a hacer un viaje por la historia personal y ponerse en el lugar del otro, ahondar en su mundo, meterse en su piel e intentar abrazarlo. (Comprender, del latín comprehendere,abrazar).
Es preciso establecer una comunicación especial basada en la ternura y la complicidad que promueva un ámbito de intimidad para el cortejo.
Se deben transitar ciertas etapas para poder acercarse, conocerse,evaluarse, elegirse.
 Lleva un tiempo de reconocimiento y galanteo, y precipitarse, puede llevar al fracaso.
No se conoce a otro solo con las expresiones verbales y relatos sobre sus historias de vida.
El intercambio de miradas, gestos, sonrisas y una actitud de verdadero interés por lo que la otra persona dice, hace y piensa, son importantes para promover el deseo de acercamiento, que lleve a instalar un nivel de confianza, respeto y una mutua aceptación.
Es un verdadero aprendizaje observar desde el propio interior al interior del otro.
Es inevitable, en un comienzo, idealizar a nuestro destinatario de la conquista ya que lo estamos viendo desde nuestros propios deseos.
Depende del grado de madurez emocional y de la capacidad de elaborar las frustraciones personales el resultado que cada uno obtenga de esa experiencia.
Una actitud idealista sobre la persona y la pareja, encubre una ilusión llena de prejuicios e irrealidades en relación a lo que una pareja debe ser.
Lo más sano es asumir la responsabilidad por nuestras propias conductas y por la forma de relación que queremos construir.
El enamoramiento es un período de deslumbramiento útil y necesario para la conquista. Es fundante del amor, atenúa heridas del pasado, expande el presente y permite vislumbrar metas futuras.
Superado este momento puede sobrevenir el desencanto y la huida o el aprendizaje y el verdadero encuentro.
De esta manera es mas viable la concurrencia de dos personas reales, en las que surja el respeto mutuo por las diferencias y el re-acomodamiento de ambos a las nuevas circunstancias,distinguiendo con claridad la singularidad, con las las facetas y valores de quien tenemos por delante.
Cuando alguien va hacia la conquista está ingresando a lo más íntimo de la otra persona y a la vez   descubriendo lo que uno lleva adentro. Es sin duda un descubrimiento personal.
Aprender a amar es un aprendizaje y la pareja puede ser un lugar ideal para llevarlo a cabo.
Es en la relación de pareja, donde el ser humano más se refleja.

Adri Gorostordoy, Setiembre de 2014.

Ilustración: "Baile en el campo".
Pierre Auguste Renoir, Pintor impresionista francés ( 1841-19199).